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Calidad, siempre. Certificaciones según mercado

¿Fabricar calidad o demostrar calidad? No es lo mismo. Aunque, habitualmente, estas dos cuestiones van unidas. De hecho, en Válvulas Arco no solo fabricamos con las calidades más altas, sino que contamos con las certificaciones que solicitan los mercados internacionales más exigentes. En España, sin embargo, la situación es distinta.

Recientemente, nuestros amigos de Fontanería Caballero nos preguntaban si certificábamos nuestras Tajo 2000. Nuestra respuesta fue un rotundo no. Y un rotundo sí. Sí certificamos en buena parte del mundo. No en España. Os lo explico con más detalle.

En países tan diversos como Australia o Estados Unidos, Canadá y Holanda, Brasil, Francia o Polonia, los materiales que entran en contacto con el agua potable no solo deben tener una calidad alta (entendiendo por calidad tanto los materiales como el funcionamiento), sino que también deben demostrarla mediante certificados realizados por compañías externas. En Francia, por ejemplo, no está permitida la venta y por lo tanto la instalación de productos sin acreditar de acuerdo al ACS (un test de conformidad sanitaria). Esta forma de actuar busca proteger la salud y los intereses del consumidor y es la que rige prácticamente en todo el mercado internacional. ¿Todo? Hay algunas excepciones, como el caso de España.

En el mercado español, la legislación es tan clara y exigente como en el resto de Europa. La diferencia es que las leyes no se han traducido en la obligatoriedad de certificaciones, algo que sí ocurre en el mercado del gas, por ejemplo. Es cierto que hace más de ocho años, el Ministerio de Sanidad abrió un registro para que los fabricantes se pudieran inscribir y acreditar que sus productos no alteraban la salud, pero la iniciativa no ha tenido continuidad. El resultado es que tenemos una ley sin vigilancia y, por lo tanto, unos usuarios que no tienen modo de saber si están comprando un producto que siga la normativa o no. Lo peor de esta situación es que, de algún modo, las autoridades están enviando el mensaje de que “todo vale”. De hecho, hemos encontrado auténticas atrocidades en el mercado como un grifo fabricado en zamak, un producto que, como sabéis, se degrada en contacto con el agua y que hará que el usuario termine bebiéndose el zinc y el aluminio que contiene un grifo que, al deteriorarse, puede provocarle una inundación doméstica.

En Válvulas Arco fabricamos calidad. Porque nos importa, claro; pero también porque estamos vendiendo en los mercados más exigentes que, actualmente son Holanda, Australia y USA. Calidad en cada detalle: en los mecanismos, en el latón o en las dos gotas de grasa que lleva cada válvula. Nuestra producción es impecable y obtiene todos los certificados exigidos. Pero en España no hay tal exigencia. Y, aunque podríamos tener un certificado (y lo hemos tenido en distintos productos), estos suponen unos costes muy elevados que pocos instaladores están dispuestos a pagar.

Nosotros abogamos por una vigilancia más estrecha mediante la exigencia de certificados para todos los materiales que entran en contacto con el agua potable. Si a lo largo de todo el suministro ?juntas, grupos de bombeo, tubos interiores, etc? todos los materiales tuvieran una mayor calidad, el consumidor tendría una rebaja de elementos tóxicos, una evidente eliminación de impurezas y, en definitiva, se incrementaría la vida útil de las instalaciones.

¿Cuál es tu opinión al respecto?

Juan Montoro
Departamento de Ingeniería de Producto

 

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