Normativa de instalación de Gas Natural en viviendas

¿Qué vamos a ver en este post?

• Normativa en instalaciones de gas natural
• Elementos de control y seguridad en instalaciones de gas natural
• Tipos de calderas de gas
• Normativa de la instalación de gas natural en calderas

Las instalaciones de gas en viviendas deben cumplir con una estricta normativa que establece un control sobre todos sus elementos, y garantiza de esta manera su seguridad. Conocer la norma RD por el que se aprueba el Reglamento técnico de distribución y utilización de combustibles gaseosos y sus instrucciones técnicas es un requisito indispensable para lograr este objetivo.

En el RD se cita la norma UNE 60670 como norma de obligado cumplimiento.

-Descubre: 5 aspectos clave en una instalación de gas natural en vivienda-

Normativa en instalaciones de gas natural

El REAL DECRETO 919/2006, de 28 de julio y la norma UNE 60670 de instalación de gas natural son los dos ejes en torno a los que gira el reglamento de gas natural en nuestro país.

Si nos centramos en el análisis de la norma UNE 60670, señalamos que consta de 13 partes, aunque las más interesantes para la seguridad de las instalaciones de gas en viviendas son las número 3 y 4. 

La parte 3 versa sobre las tuberías, accesorios y las correspondientes uniones que forman una instalación de gas natural. Sus diferentes apartados establecen qué requisitos concretos deben cumplir cada uno de estos elementos para llevar a cabo instalaciones sólidas y seguras.

Por otro lado, la parte 4 de la norma se dedica al diseño y construcción de instalaciones de gas en viviendas receptoras de suministros a una presión máxima de operación inferior o igual a 5 bar. En este aspecto, se analizan elementos como el dimensionado de la instalación, las modalidades de ubicación de tuberías o los dispositivos de corte del fluido que deben instalarse.

Elementos de control y seguridad en instalaciones de gas natural

Garantizar la seguridad de las instalaciones de gas en viviendas implica contar con algunos elementos que controlan su correcto funcionamiento en todo momento, especialmente en lo relativo a la presión del circuito. Destacamos los más importantes.

Tomas de presión

Los diferentes tramos de las instalaciones de gas en viviendas deben tener tipos de tomas de presión diferentes, que sean capaces de garantizar la máxima operación en todo momento.

Así, las que se instalan en tramos inferiores o iguales a 150 mbar pueden ser de débil calibre o modelos similares. Se instalan soldadas o roscadas, o también existe la posibilidad de incorporarlas en algún elemento de la instalación, como los reguladores.

Tuberías

Las tuberías de las instalaciones de gas en viviendas pueden ser de cuatro tipos:

• Vistas, cuando su trayecto es visible en todo el recorrido
• Alojadas en vainas o conductos
• Enterradas, o alojadas directamente en el subsuelo
• Empotradas en el interior de un muro o pared. 

Como norma general, deben ser vistas o alojadas en vainas para garantizar su reparación o sustitución en cualquier momento de su vida útil en que presenten un problema. Además, las tuberías de la instalación común tienen que pasar siempre por las zonas comunitarias del edificio.

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Tipos de calderas de gas

Podemos distinguir los diferentes tipos de calderas de gas existentes en función de sus materiales, salidas de humos e inclinación.

Las calderas estancas tienen una salida de humos metálica, y llevan dos tubos: uno aspira el aire limpio del exterior y el otro expulsa los humos producidos por la combustión. En función de su disposición, pueden ser de salida coaxial (cuando uno de los tubos se encuentra dentro del otro) o de instalación con doble tubo de salida de humos, que tienen la ventaja de llegar a distancias máximas mayores en la expulsión de gases.

Por otro lado, las calderas de condensación tienen una temperatura menor de salida de los humos de combustión. Por lo tanto, condensan el gas y logran crear un flujo de agua que retorna a la caldera. Ya que esta evacuación de líquido es constante, necesitan de una toma de desagüe cercana para su correcto funcionamiento.

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Este tipo de calderas tiene una salida de humos vertical u horizontal coaxial, así como también pueden llevar una de doble tubo, que consigue distancias de evacuación mayores. Además, requieren de una cierta inclinación para asegurar la recogida del agua condensada y llevarla hasta el desagüe.

Normativa de la instalación de gas natural en calderas

Las instalaciones de gas en viviendas, y especialmente las de las calderas, deben seguir la normativa publicada en el Real Decreto del Reglamento técnico de distribución y utilización de combustibles gaseosos y sus instrucciones técnicas complementarias. 

Estas normas de instalación de gas natural implican el establecimiento de una serie de requisitos muy estrictos a seguir cuando se desea instalar una caldera en tipos de viviendas diferentes. De hecho, llegan a hacer distinciones entre las que forman parte de una obra nueva y las que se colocan para sustituir a otra. En función de todos estos conceptos, podemos distinguir entre:

• Calderas para viviendas unifamiliares independientes. Pueden ser de condensación y estancas de bajas emisiones de NOx. En cuanto a la salida de humos, no hay problema  en situarla en una pared, siempre que haya una distancia mínima de 3 metros con el edificio vecino.
• Calderas para bloques, casas adosadas o apareadas. En este apartado, hay que destacar que las estancas solamente pueden instalarse en edificios de pisos, y con una salida directa a la cubierta. En cambio, las estancas de bajas emisiones de NOx solamente se colocarán en las fachadas si la comunidad lo permite. Finalmente, las de gas de condensación se colocan en la cubierta o la fachada.

Como podemos ver, cumplir con la normativa de instalación de gas natural en vivienda es un requisito esencial para que cada caldera se adapte a las necesidades de cada tipo de hogar y, a la vez, se garantice la correspondiente salida de humos.

Si se respeta la normativa existente para las instalaciones de gas en viviendas, podemos asegurar que cada edificio cuenta con las calderas y otros elementos adecuados para garantizar su buen funcionamiento y seguridad, optimizando la energía empleada para la calefacción y el agua caliente sanitaria.